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9.8.22

Navegando hacia las aguas de la colaboración en las comunidades: metodologías para iniciar el trabajo en red colaborativa

Bienvenidos y bienvenidas todas. Hoy hacemos una parada en la sección 4 del libro tejeRedes “Conceptos y prácticas de los sistemas de articulación colaborativos” como Escuela tejeRedes 2022  estamos alejándonos ya de la tormenta, pero las últimas semanas hemos navegado en el caos. 

Un mar con mucha turbulencia, hemos perdido a 2 integrantes, ya no somos 14, somos 12.

Dos compañeras decidieron no continuar el viaje. Si quieres conocer cómo hemos vivido este proceso, puedes escuchar este radioteatro donde se relatan las vivencias. 


Por ahí alguien dijo que “la colaboración no es un fin en si mismo, objetivo o propósito a conseguir, la colaboración es algo que acompaña en el proceso. Algo que guía nuestra brújula para navegar”


Y cito textual : “toda acción (como el trabajo en red) puede transitar entre el caos y el orden. Si nos vamos muy a la derecha, estableciendo muchas reglas y control sobre un proceso, encontraremos que las acciones serán difíciles de llevar adelante por la extrema rigidez o la falta de flexibilidad. Si nos posicionamos muy a la izquierda, sin definir los puntos mínimos que requiere la acción, generaremos apatía e incertidumbre o simplemente destrucción.” (tejeRedes Play; pág 33) 


En tejeRedes se habla de un barco:



Una cultura colaborativa que “se entiende como un barco que navega por las aguas de las conexiones humanas. Una característica especial de este barco, es que las velas son infladas por el viento (de las leyes de movimiento) de las redes. En la medida que el o la articulador(a) y los y las participantes de la comunidad del barco levantan velas, la navegación toma rumbo sin mediar esfuerzos físicos o mandatos de terceros” (tejeRedes Play; pág 35).

Pero para nosotras y nosotros no era tan fácil ponerlo en práctica. 


Para tejeRedes, los cuatro ejes que movilizan el barco son:


En la proa; la fraternidad (Eros y amor) Nuestros egos estaban presentes, malentendidos, fallas de comunicación, expectativas truncadas. Los Clehes no se estaban acoplando. Cada círculo era un silo aparte y si bien había conversaciones privadas entre participantes,  en el chat general de Telegram donde estabamos todas las integrantes de la Escuela, no había movimiento.


En la popa o el timón, según tejeRedes, tiene que estar el propósito. En las reuniones no se lograban acuerdos. Habían ausencias de integrantes y por ende, se perdía la dirección clara y sostenida de cumplir y avanzar en las tareas.


En el estribor (lado derecho del barco) estaría para tejeRedes la Proacción y emprendimiento, no obstante, existía inacción, paralización, duda de actuar o decir algo. Por lo tanto, los tripulantes no se sentían libres de operar y actuar.


En babor (lado izquierdo del barco) para tejeRedes tiene que estar la humildad

y el desprendimiento y dice que  “son claves para mantener el equilibrio del estribor”. En nuestro caso, habían conflictos entre los y las integrantes, fallos de comunicación y las versiones encontradas no lograban generar un relato en común.


Hay que tener presente que todas las personas que integran la Escuela estamos en un viaje de aprendizaje. Dónde vamos aprendiendo en el hacer y en el sentirnos y cuidarnos.  Y vamos descubriendo metodologías que nos acompañen y ayuden a alimentar y nutrir nuestro ser colaborativo. 


Así como nos aporta Domenico de Sienna  “(...)los aprendizajes y las mejoras de cualquier proceso se pueden producir a través de un proceso teórico de investigación (pensar) pero también a través del propio proceso de ejecución o producción (hacer): las situaciones o condiciones no previstas determinan la necesidad de actuar de forma diferente a lo planeado, generando un descubrimiento, un nuevo aprendizaje."


Los desafíos que se nos van presentando como equipo son también espacios de aprendizaje personal y colectivo. El equipo de tejeRedes nos ha propuesto herramientas para implementar procesos de discernimiento colectivo. Y con esto nos referimos al círculo de escucha general, que ya les relatamos anteriormente, pero también a pequeños círculos de escucha por cada círculo de trabajo.


Hemos puesto en marcha una serie de acciones encaminadas a trabajar de manera paralela tanto el fortalecimiento de los vínculos y generación de eros y confianza entre los miembros como el avance en las tareas conjuntas a cumplir.


También propusimos que cada quien eligiera una o dos personas del equipo para tener una reunión encaminada a conocernos mejor y elaboramos un documento guía. Al mismo tiempo, el círculo de Liderazgo y Personas está implementando una serie de acciones para conectar: Esta semana ya comenzamos con los días temáticos para compartir cosas por el chat de telegram, pero también se viene una fiesta.

¿Es esta la formula de la colaboración? Creemos que no hay respuestas absolutas. De hecho nos hemos dado cuenta que cada abordaje es a la medida del equipo que pilotea el viaje. 


Isabel Ludita, a quién entrevistamos,  nos dice que es importante tener retos colectivos, la idea es que mantengamos la motivación en alto para organizarnos en las tareas, cumplir las promesas y compromisos que tomamos cada integrante.



Gracias a Ludita entendemos también que la incertidumbre y la pérdida del control es parte del proceso. Este momento bisagra nos va enseñando a poner atención en el cuidado y en la relación que construimos entre nosotros como comunidad. Hay que poner conciencia en nuestro CLEHES que nos soplan por ahí.


En este proceso es fundamental ir sumando todas las miradas, sumando también a aquellas miradas que son divergentes para dar valor a todas las voces. Queremos activar los procesos de Inteligencia Colectiva “ (...)la capacidad de una comunidad de generar pensamiento y solución, y no una simple suma de aportaciones, sino que es el resultado de la interacción, del debate y del trabajo colaborativo.” Y así a través de estos círculos de escucha y las reuniones de articulación vamos diseñando maneras de abordar este proceso de trabajo”.



Domenico de Sienna nos habla de comunidades de práctica como una comunidad de personas que intercambian conocimiento, ideas y experiencias. Una comunidad que se las juega en el hacer. Dar relevancia a valores esenciales para articular un proceso colaborativo como la igualdad, proacción y humildad, aceptación y confianza.


Dejamos algunas preguntas para hacer una cosecha como escuela. Aquí les compartimos los resultados: 


¿Qué sensaciones y sentires se nos han despertado o hemos escuchado en nuestro cuerpo durante lo que va de este proceso?


Las personas que conformamos esta escuela 2022 estamos interconectadas. Somos una red de conversaciones donde nuestros CLEHES se conectan. Nos hemos dado cuenta también que el cuidado se nos aparece como una “necesidad” cuando hay dolor, y este se manifiesta.

Entonces es pertinente hacernos preguntas tales como ¿Cuáles son las necesidades que tenemos cada una de las personas en este espacio?¿Como podemos apoyarnos para satisfacer estas necesidades y así fortalecer a nuestra comunidad?


También se nos aparece la necesidad de trabajar en esta escucha silenciosa, sensible y empática con la otra persona y crear espacio para tener las conversaciones de cuidado necesarias para trabajar en la fortaleza de nuestros vínculos como navegantes.


¿Cómo nos hemos sentido al enfrentar los desafíos?


Nuestros compañeros nos comparten sus pareceres y sentires :  Acompañada, entendido, desafiada, escuchada, conectada e interpelada. Somos diversos y nuestras experiencias en el cotidiano también lo son.


¿Qué pasos consideras necesarios e indispensables para articular el trabajo en red colaborativo ?


Por ahí una navegante nos dice que la generación de confianza entre las personas que quieren colaborar, tener claro el propósito y balancear la proactividad con el espacio de dejar aparecer son necesarios.


Donde el conflicto surgirá y entonces la manera de gestionarlo será clave para generar confianza en el proceso colaborativo dice otro navegante.


¿Qué aprendizajes como escuela podemos aportar en este punto del proceso? 


Son muchos los aprendizajes: Algunos de los compartidos por nuestros navegantes son: Cultivar el compromiso, ser responsables de nuestras promesas y poner foco en el cuidado propio y del compañero con el que compartimos el viaje.


También no podemos olvidar el hacer foco en el intercambio de conocimiento. En compartir nuestros saberes desde la generosidad. En ir avanzando en la construcción de acuerdos, desde los consensos. 



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