Volvemos a retomar el libro tejeRedes. Aqui el inicio del capitulo 2.
¿Para qué metodologías para trabajar en red?
El desarrollar redes es un arte y como todo arte requiere técnicas para que el ser humano o el artista de forma a ese arte. De igual manera los seres humanos que son el eje de las redes, requieren de técnicas o para el caso de las redes de “conceptos”, “metodologías” y “tecnologías sociales” para que las comunidades tomen forma y resulten sostenibles en el tiempo.
Ya en el primer capítulo, se realizó un vasto análisis conceptual sobre las “Redes, Comunidades y Organizaciones” y todos los elementos que rodean el trabajo en red, en particular sobre el ser humano (CLEHES), el articulador y el proceso de formación de comunidades y organizaciones entre otros temas.
Cuando nos preguntamos ¿para qué trabajar en red?, la respuesta al inicio de este libro fue:
“si queremos un mundo nuevo, ya no cambiar el mundo, sino un mundo con nuevas oportunidades, tenemos que cambiar el modelo de la competencia desleal para pasar a modelos de trabajo en red que se basan en la seducción, confianza y creatividad”.
Si nos volvemos a hacer la pregunta con un matiz mas especifico ¿Para qué metodologías para trabajar en red?, al igual que en la pregunta anterior, la respuesta es simple y compleja a la vez.
"Si queremos ser agentes de cambios para cambiar el modelo, no solo tenemos que estar inspirados y tener la energía para hacerlo, necesitamos conceptos, metodologías y tecnologías sociales de trabajo en red, que nos permitan movilizar comunidades empoderadas que accionen el cambio".
Lo anterior puede suceder en cualquier comunidad o estructura social con un propósito, desde una centro vecinal, cultural, pasando por una empresa y terminando en el gobierno.
El impulsar la seducción, construcción de confianzas, la creatividad y otra serie de factores que impulsan el devenir de las redes, necesita de metodologías claras que permitan sostener el proceso de trabajo en red.
Agentes de cambio para el trabajo en red
Antes de continuar profundizando sobre el tema de las metodologías de trabajo en red, es importante hablar del agente de cambio, que muchas veces cumple todos los roles en la generación y participación de comunidades con metodologías de redes.
Cuando investigamos y trabajamos con el sector de la cultura, nos dimos cuenta que los agentes de cambio hoy tienen el nombre de emprendedores, antes eran sindicalistas, empresarios, líderes vecinales y hasta presidentes de un país. Pero siempre hay una diferencia entre un agente de cambio que tiene un enfoque de trabajo en red versus los que se convierten en caudillos de una organización y en algunos casos hasta inspiran grupos de sectas.
El proceso o ciclo del agente de cambio cumple con una serie de partes, para que se les reconozca como tal su trabajando en red:
Existe un (1) agente de cambio en red, que identifica en el (2) territorio y la comunidad con sus propósitos, una (3) necesidad u oportunidad que permita mejorar algo.
Estas tres partes son la base para que el cambio en una comunidad pueda producirse trabajando en red.
Esa comunidad y territorio pueden tener un propósito más amplio o más reducido en relación a los límites de las redes. Por ej. ser habitante de la tierra, ser Argentino, ser Rolo (habitante de Bogotá), ser de la Pintana (Barrio de Santiago de Chile), etc. o ser parte de una empresa, colectivo cultural, etc. Las comunidades pueden ser más amplias o específicas en torno a su propósito, de igual forma el agente de cambio visualiza necesidades u oportunidad más amplias o más específicas.
Las necesidades u oportunidades se vinculan estrechamente con el ¿para qué? que el agente de cambio está observando en distintos niveles del territorio y la comunidad que se mueve en torno a un propósito, para modificar aspectos del modelo que están siendo poco inclusivos y sostenibles con los seres humanos o CLEHES que forman parte del sistema observado.
Hasta el mismo agente de cambio se observa y se pregunta qué puede hacer para modificar las necesidades que el sistema presenta y en muchos casos es capaz de observar o vincular oportunidades.
Esas necesidades y oportunidades, para el agente de cambio, tiene que tomar forma en alguna solución, de esta manera el agente de cambio muchas veces maneja técnicas, tiene experiencias etc. que le permiten desarrollar (4) producto o servicio tangible o intangible para dar cuenta de la necesidad y oportunidad.
Esta cuarta parte es clave, ya que es la forma en que el agente de cambio empieza a crear la formas de movilización y es en este punto donde las metodologías y tecnologías sociales de trabajo en red emergen para conectar la oportunidad, necesidad, el territorio y comunidad.
Cuando el agente de cambio trabaja en red, la (5) comunidad reconoce y se involucra en el proceso impulsado por el agente de cambio y el producto o servicio como una solución para mejorar el sistema.
Esta última y quinta parte cierran el ciclo del agente de cambio, quien por el hecho de tener un enfoque social trabaja en red. Hay una relación directa entre los enfoques sociales y el trabajo en red. Hoy cuando hablamos de emprendedores sociales estamos hablando de emprendedores en red o agentes de cambio con enfoque social que usan el trabajo en red para conectar con la comunidad y el territorio.
Es importante destacar que el agente de cambio no solo tiene que tener un oficio o profesión para colaborar con una comunidad, necesariamente tiene que manejar conceptos, metodologias y tecnologias sociales para el trabajo en red, que le permitan generar procesos sostenibles.
Recordemos, que una comunidad define su cultura en el tejido de conversaciones que establecen sus miembros en torno a un propósito. Por lo tanto, el agente de cambio al trabajar en red en la comunidad, aportará, modifica, etc. las conversaciones que definen la identidad, microidentidades de los miembros y cultura de la comunidad.
¿Sabemos desarrollar redes?
Las personas y organizaciones que se dedican a la promoción, impulso y aceleración de redes, por desconocimiento, no aplican metodologías para el desarrollo de las comunidades en red.
Más aún, existen personas y organizaciones que trabajan en red, pero no lo saben, intuitivamente manejan conceptos, aplican metodologías y tecnologías sociales que hacen que las comunidades funcionen en red.
Por otro lado, es común encontrar herramientas y dinámicas que apoyan metodológicamente la formación de redes, pero no en una secuencia lógica y natural para el desarrollo de las confianzas y co-construcción de un proyecto colaborativo. Podemos decir que se presentan como modelos lineales, que pierden fuerza y sostenibilidad en el mediano y largo plazo.
Tampoco en las metodologías se encuentran una sinergia entre lo presencial y virtual y no se declara con absoluta claridad el rol del articulador y el resto de participantes de una comunidad.
Los conceptos “presencial” y “virtual” están provocando un cambio profundo en la manera en que las organizaciones, como por ejemplo las empresas desarrollan sus negocios al trabajar en red.
En general creemos que sabemos sobre redes, pero:
- No se conocen las distinciones que explican lo que son las redes, sus modelos y comportamientos.
- Existen personas, organizaciones públicas, privadas y sin fines de lucro que trabajan en red pero que no saben que trabajan en red.
- No se aplican metodologías de trabajo en red, para comunidades o organizaciones que funcionan en red.
- Existen herramientas y dinámicas (tecnologías sociales) para desarrollar redes, pero no se aplican en un orden natural y metodológico.
¿Limitaciones al desarrollar redes?
La principal limitación es que se concentran muchos esfuerzos en herramientas para desarrollar redes entre los participantes de una red, muchas veces sin una lógica metodológica y sin que exista tampoco una metodología desde la mirada de los que promueven la red.
Tampoco se consideran las estructuras organizacionales adecuadas de personas, gestión y operación de quienes generan la red.
Círculo, Inicio y Cierre (Check in/out) - Tomen Hablador y Control
El círculo es una forma geométrica que llevada a las organizaciones a que nos observarnos y aceptarnos entre unos y otros en la conversación como legítimos participantes de una comunidad.
Al centro del círculo, siempre nos convoca el propósito, que podemos asemejar al fuego que nos invita a la conversación y convivencia.
Los círculos de conversación son importantes para preguntar y explorar en torno al propósito central, sus contenidos y la cultura que se teje en las conversaciones de la comunidad.
Siempre en un círculo debe existir el articulador que ayude a tejer las conversaciones y observaciones en base a preguntas entre los miembros del círculo.
El círculo de inicio (check in) sirve para presentarse y abrir las preguntas en torno al trabajo en red que se desarrollara y el círculo de cierre (check out) sirve para cerrar y evaluar el trabajo en red desarrollado con la comunidad.
Además el articulador puede proveer de otras tecnologías sociales como el Totem Hablador o pieza de la palabra y Totem de Control.
El Totem Hablador regula y facilita las conversaciones del grupo y el Totem de Control sirve para hacer un monitoreo y regulación de conversación y tiempos
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