Anamaria Aristizabal ha estado involucrada por más de 10 años en temas de innovación social y los últimos 5 años también ha trabajando en temas de coaching. Es parte de diferentes iniciativas como la red SOL, ecoaldeas, etc. En esta entrevista, exploramos sus experiencias de trabajo en red colaborativo y en particular su participación en el proyecto de ecoaldea "Aldeafeliz", donde todos trabajan voluntariamente.
Principales tips entrevista:
Participantes y Reglas del juego
- Las ecoaldeas necesitan de un espacio muy especial que es un terreno, que implica muchas complejidades, para gestionar esas variables se han tenido que definir reglas del juego.
- Si bien en los inicios, las reglas del juego tenían un carácter voluntario, con el tiempo tuvieron que establecer reglas bajo un paraguas legal, para regular, por ejemplo, el uso del terreno, las formas de convivencia, etc. Lo anterior le da sostenibilidad en el tiempo a la organización y a la convivencia de las personas.
- Aclarar y darle formalidad a las reglas del juego a través de instrumentos legales es clave, ya que un proyecto colaborativo (como el de ecoaldeas) no es un proyecto convencional que se desarrolla en un sistema capitalista abierto, sino más bien es un proyecto asociativo que necesita desarrollar un proceso económico social colaborativo, que implica otras formas de gestión y transacción.
- Las personas son el eje central de cualquier metodología o esquema de diseño para la colaboración.
- El rol del articulador/a es clave para cuidar el proceso. Es una persona que debe ser más neutra o externa (pero conectado emocionalmente) que teje las relaciones y facilita los procesos difíciles. También es la persona que cuida las reglas del juego.
Tecnologías sociales
- El tiempo es clave para depurar y darle forma a un sistema colaborativo, la incorporación de tecnologías sociales (como la sociocracia) es importante para ir practicando y generando confianza. También el tiempo permite ir generando un equipo colaborativo, para que entren o salgan personas que comparten los elementos y características que dan forma a la colaboración.
- Uno de los aspectos importantes, por ejemplo en el trabajo de las ecoaldeas, es identificar dimensiones y tecnologías sociales para ordenar el trabajo colaborativo. En las ecoaldeas tenemos las dimensiones:
- Ecológica, infraestructura y ambiental
- Económica y productiva
- Social, de las personas y gobernanza
- Cultural y la espiritualidad
- Por ejemplo, la sociocracia se trabajó para la dimensión social, de las personas y gobernanza. Una vez que conocieron la sociocracia la pusieron en práctica por 6 meses y decidieron integrar la metodología como sistema de gobernanza, lo cual ha permitido ir emergiendo líderes, ordenar los procesos de decisión, formar equipos de trabajo focalizados por temas, etc.
- Las tecnologías sociales permiten que las personas practiquen la colaboración. Pero también trae cambios profundos y bruscos. Muchas veces el uso de las tecnologías sociales puede generar exclusión de personas que culturalmente no se sienten cómodas, ya que la colaboración es exigente, ya que hay que trabajar con otros/as, hay que conectar, regular egos. Todo eso necesita apoyo desde lo humano. (Por ejemplo desde el CLEHES).
- Las personas que quedan excluidas se sentirán fuera del sistema colaborativo y al final se volverán contra el sistema.
Nota. En tejeRedes podemos hablar de 3 focos de acción: aquellos que generan valor de uso, valor en el conocimiento y valor social. Se entiende que en estos tres valores hay sostenibilidad ambiental, conexión desde lo humano, etc.
Equipo tejeRedes
No hay comentarios:
Publicar un comentario