La imagen corresponde a una gráfica desarrollada en el taller de The Kairos Project en BCN 2016. |
Antes de iniciar esta entrega, si quieres profundizar sobre estos temas, te recomendamos inscribirte y realizar el Diploma en Innovación Social, Financiación Participativa (crowdfunding) y Economía Colaborativa de la Universidad Complutense en Madrid (inicia en febrero 2018).
Actualmente estamos en la emergencia de una época o estadio de color Verde. No es muy dominante y se presenta como pequeñas islas entre las crisis del propio sistema. Sus valores nacen desde lo comunitario, de los valores compartidos. A veces se confunde con una visión política que no es y, otras, con un mundo hippie que tampoco es. Por otro lado, comparte un eslóganes como: cambiar el mundo, la innovación o el emprendimiento social, etc. Pero la verdad, es que este color viene desde muchas décadas o siglos atrás, siendo una contra respuesta a los colores anteriores.
Este verano visitamos en el pueblo a Antonio. Estaba cuidando sus gallinas de las aves o zorros que venían y las cazaban. Antonio, con otros vecinos comparte huertas, administra el agua, etc. No es necesariamente una aldea feliz, ya que existen problemas y casi todos sus habitantes tienen cerca de 80 años. Como se imaginarán, de 100 casas quedan muy pocas habitadas. A veces los hijos y nietos continúan abriendo, de verano en verano, esas casas de pueblo, pero con el tiempo las tradiciones se pierden y las huertas dan paso al bosque. La naturaleza es sabia, si ya no se cultiva, la tierra misma se regula.
La razón para contar esta historia, es que hoy buscamos (por moda, quizás) vidas alternativas en las ciudades y no nos preocupamos de las que ya tenemos frente a nuestras propias generaciones. Sería importante, entonces, recuperar el color verde que ha existido por mucho tiempo en nuestra propia genealogía.
Por último, llegamos al teal: tomar lo mejor de todos los estadios de colores y colocarlos en un contexto de autoorganización y colaboración. Un aspecto importante, como se compartió en el taller, es que a este estado no llegamos solos o por estado de gracia, sino por reconocer y vivir las experiencias de los otros 4 colores.
La conexión de los egos y el eros es una relación que requiere entender desde el cuerpo y el observador qué nos pasa cuando estamos funcionando desde los egos a nivel personal y en nuestra interacción con otras personas. Es clave, en este sentido, sentir la negación y vivir desde el cuerpo cómo se limitan los movimientos en libertad e igualdad para entender cómo nos movemos desde el eros.
El eros necesita de una corporalidad y un lenguaje diferente, ya que condicionar ese estado emocional implica jugar en otro estadio, pero reconociendo que muchas veces será muy fácil caer en el Ego. Solo nuestra voluntad de crecer y convivir en armonía nos permitirán evolucionar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario