*Artículo escrito por José Luis Femia, Coordinador financiero de la empresa Lancor (perteneciente a NER Group).
“Creemos que la toma de
conciencia de las limitaciones físicas del medio ambiente mundial y las
consecuencias trágicas de una explotación irracional de los recursos, es
imprescindible para permitir que emerjan nuevos modos de pensar que conducirán
a una revisión fundamental, a la vez del comportamiento de los hombres, y de la
estructura de la sociedad actual en su conjunto.” (Extracto informe publicado por el Club de Roma, 1972).
Hace ya nada menos que 45
años de este análisis por parte de la Comisión Europea, y permitidme compartir
con vosotros varias cuestiones que me asaltan; ¿Qué nos está faltando para que
este cambio de orientación sea una realidad? ¿Qué obstáculos nos impiden
iluminar las oscuras cavernas del capitalismo salvaje en el que estamos inmersos?
¿Por qué parece que no somos capaces de abandonar la comodidad de este sistema
basado en el miedo para afrontar la plenitud de sentirnos realmente libres y
dueños de nuestro destino? ¿Qué agentes o entes deben inocular en las personas
esa utopía concreta de un futuro mejorable que necesitamos para ilusionarnos,
para soñar con una sociedad más igualitaria, colaborativa y solidaria? ¿Dónde
están los líderes, oráculos, referencias que nos inviten a reflexionar desde el
inconformismo para hacernos las preguntas adecuadas, en vez de conformarnos con
las respuestas que queremos escuchar? ¿Dónde están esas fuerzas para movilizar
y hacer efectivo el cambio real?.....
O tal vez ¿Debemos dejar de esperar a esas fuerzas y el cambio empieza dentro de cada uno de nosotros mismos? ¿No comenzará todo con nuestro compromiso individual para con el propósito común que nos une al resto de los individuos de esta sociedad diversa?
En mi caso personal,
llevo más de diez años experimentado una aventura ilusionante dentro de un
proyecto donde aspiramos a relacionarnos de una forma diferente dentro de una
organización empresarial basada en las personas, la autogestión, la
colaboración y el compromiso, toda una experiencia esperanzadora que me
confirma que es posible hacer las cosas de una forma diferente a
contracorriente de la realidad imperante; pero todo ello no ha eliminado mis
inseguridades personales y permitidme que comparta con vosotros mis miedos
parafraseando una escena de un clásico de ese cine que tanto amo:
“He visto cosas que vosotros no creeríais……..,egos individuales derrotados
en llamas frente al propósito común de la organización más allá de Orión. He
visto Rayos colaborativos brillar en la oscuridad de la competencia salvaje
cerca de la puerta de Tannhauser, he visto la ilusión de transformar la
sociedad actual con la participación de todos, he visto soñar juntos con la
construcción de un futuro ideal, pero siempre posible. Es hora de evolucionar,
de vivir. Y espero que todos esos momentos no
se pierdan en el tiempo…como lágrimas en la lluvia”.
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