Las estructuras organizacionales determinan mucho más que tu lugar en el organigrama y pueden ser la opción más eficiente para un desarrollo sostenible.
Para conformar una red colaborativa, como hemos apuntado en otras ocasiones, la flexibilidad es un elemento importante y diferenciador. Si bien hay ambientes que permiten más o menos apertura, también es importante que la organización revise cómo se están conformando las redes de trabajo a su interior.
Por eso, en esta ocasión usaremos la analogía de organizaciones tradicionales (jerárquicas) y emergentes (flexibles) a la hora de conformar las bases de tu estructura organizacional.
En primer lugar, las organizaciones" tradicionales" parecen firme, confiable, pero también resultan muy rígidas y se vuelven muy dependientes de la estructura. Esto sucede cuando la comunidad se organiza de manera jerárquica, donde una o pocas personas determinan el curso de las conversaciones. En ocasiones, más que diálogos son directrices. Por otra parte, existen organizaciones que empiezan a "emerger" formatos diferentes de gestión. A la hora de pensar en ellas, la sensación puede ser de inestabilidad o de falta de soporte ya que la concentración de poder tiende a desaparecer. Por otra parte, esta estructura puede adaptarse mejor al movimiento y la responsabilidad está distribuida entre quienes la sostienen.
Si bien hemos explicado que el equilibrio tiene un poco de caos y orden (estructura caórdica), la flexibilidad con que se comporte el equipo determinará también cuándo se buscará mayor estructura o cuándo se preferirá fluir de acuerdo a las circunstancias.
Lo que ganamos al ser flexibles
Las ganancias de una estructura que sabe mantener la flexibilidad son muchas y en distintas dimensiones.
Una estructura que mantenga flexibilidad sabrá decidir qué procesos y estructura organizacional es funcional a su desarrollo. Decidirá, por ejemplo, si cumplir horarios es fundamental o, por el contrario, puede permitir que las personas acomoden sus jornadas. De esta forma, puede evitar la burocratización de la estructura o la sobre reglamentación del comportamiento al interior de la organización.
Otro aspecto a considerar es que una organización con mayor flexibilidad puede innovar y subsanar errores con mayor facilidad. En tanto los CLEHES que conforman la estructura puedan asumir desafíos y errores en colectivo, la organización se resiente menos ante cualquier impasse.
¿A qué se debe esto? Al movernos, podemos adaptar recursos, focos y tiempos a la lectura que hagamos de nuestro contexto. Una red flexible permite que haya más participación entre quienes las conforman (los CLEHES que la configuran). Entre más distribuida resulte ser una red, más resistente, flexible e independiente será.
En tejeRedes hemos identificado distintas tecnologías sociales que permiten fomentar esta cultura sin perder la estructura organizacional. Puedes revisarlas en detalle acá.
Sigue nuestras conversaciones a través de los boletines periódicos y nuestras cuentas en Facebook, Twitter e Instagram.
Este y otros consejos están disponible en nuestro libro tejeRedes, el cual puedes descargar acá:
Link para descargar la versión en Chile.
Link para descargar la versión internacional.
Equipo tejeRedes
No hay comentarios:
Publicar un comentario