Siempre la frase "Cambiar el Mundo", puede tener muchas connotaciones de buenas intenciones, sobre todo de personas que se encuentran en torno al emprendimiento y la innovación social, hasta a veces da la impresión de ser una moda.
Cambiar el mundo, no es una acción fácil de asimilar, a veces podemos tener la impresión que hay que mover montañas, pero la realidad es otra: "pequeñas personas, realizando pequeñas acciones para grandes cambios en el mundo".
Cambiar el mundo, es el inicio de explorar un paradigma que resulta emergente y que cada vez es parte de una cultura que se mueve y transforma, ¿para qué cambiar el mundo?, no solo tiene una connotación subjetiva que logremos ser mejores seres humanos, que vivamos en paz, etc., sino que realmente nos demos cuenta que esta pasando con nuestro planeta y como tomamos acción ante eso.
Un(a) líder evolutivo, en palabras muy simples, es aquel o aquella agente de cambio que en vez de focalizar sus acciones en buscar soluciones técnicas a los problemas sociales, económicos, etc de los territorios en los cuales convive, busca desafíos adaptativos.
Por desafíos adaptativos se entiende la capacidad de colocar la colaboración entre las personas y el diseño en las conversiones con miradas sistemicas, para enfrentar los dolores que como seres humanos vivimos al convivir en sociedad.
Esta interpretación del liderazgo evolutivo es muy personal, pero tambien es el sentimiento que aflora cuando nos damos cuenta que cambiar el mundo no tiene que ver con otra cosa que nuestro planeta se esta muriendo. En resumen nuestras generaciones futuras no la pasaran muy bien.
Rodrigo Garcia, nos dio una charla para mostrarnos desde la termodinámica, las miradas de Eistein y de otr@s grandes científicos/as, más algunos datos y estadísticas concretas, que el planeta no los estamos comiendo y contaminando.
Entre el 2030 0 2040 (no lo recuerdo bien), necesitaremos de dos planetas iguales a la tierra para poder vivir. ¿Como se explica esto?. Muy fácil y complejo de asimilar. Para vivir, consumimos materia y energía de todo tipo y desechamos residuos de diferentes formas, es decir, es como el ser humano: come y excreta. La misma analogía es para la sociedad, entre más consumimos (energía eléctrica, alimentos, etc.) más desperdicios lanzamos al sistema (plásticos, contaminación del transporte, etc.)
Es decir, nos estamos comiendo el planeta y a la vez, sobre la misma tierra, estamos tirando residuos, la ecuación de bienestar es imperfecta .
Gran conclusión, el gran cancer de que el mundo se este acabando es el consumismo y los paradigmas que hoy gobiernan el sistema (las diferencias que emergen en la competencia, la concentraciones de poder que emergen en la falta de participación ciudadana real, etc.).
Hasta aquí, para algunos nada nuevo, el presagio de un mal congénito que se le responsabiliza al capitalismo.
Volviendo a la frase "cambiar el mundo" y colocando la pregunta ¿Para qué?, ufff... nos estamos equivocando profundamente cuando creemos que el emprendimiento y la innovación social son un conjunto de post it y dinámicas entretenidas. Muchas personas hoy pagan grandes sumas de dinero por adquirir competencias, viajar para mirar experiencias que inspiran, etc. para ser emprendedores e innovadores sociales para cambiar el mundo.
Es verdad que para cambiar el mundo, las formas de trabajo colaborativo tiene que ser entretenidas y es allí cuando ocupamos tecnologías sociales y herramientas donde la lúdica y el juego expliquen las complejidades para sensibilizar los sentidos y tomar acción en cambiar el mundo.
Además esta el dilema de muchas personas y organizaciones, de como ganarnos la vida y en paralelo cambiar el mundo (Creo que la respuesta esta en tener como minimo un sistema de vida colaborativo y consumo responsable).
Como siempre, volvemos el centro. todo dependera de nuestro eros, es decir el amor y al aceptación de nosotros y los otros tal cual son para cambiar el mundo.
Con estas lineas, no queremos decir que todo funciona mal, pero si llamar la atención para ir cambiando el juego en el cual nos estamos moviendo.
Gracias al equipo que impulso el taller de liderazgo evolutivo, Manuel, Pablo, Juliana, Javier, Eva, Reilly y Marcelo..... y muchos otras y otros que participaron y apoyaron conversaciones para promover líderes evolutivos para cambiar el mundo.
Al final, me quedo con esta frase "El problema que tenemos no es el planeta, es el ser humano" que
Pablo Villoch la dio vuelta "El desafío que tenemos no es el planeta es el ser humano"