Te presentamos las diversas facetas que debe desarrollar el Articulador de la comunidad. Un papel clave a la hora de mantener unido y cohesionado a un grupo de personas.
¿Cómo llegamos a tejer esta comunidad? Si revisamos cada uno de estos grupos, veremos que detrás hubo alguien que asumió el rol de Articulador. Su trabajo fue -y es- navegar por el caos y orden (lo “caórdico”) para mantener al grupo cohesionado. Para cumplir dicho objetivo, es decir, ese “desorden planificado” que representa lo caórdico, el Articulador (que puede ir variando de acuerdo a la situación) debe mantener las siguientes facetas:
Por una parte, se requiere de la capacidad “artística” del articulador, con objeto de poner al servicio del bien común sus propias capacidades y así incentivar el tejido social (relacionando y conectando personas para fomentar una cultura colaborativa). Está vinculado con las capacidades que tenemos para conectar y generar confianza con otro. En la práctica, esos rasgos los defiende quien facilite a que la gente dialogue, busque puntos en común y se relacione desde “lo humano”. Es el aspecto que nos permite acercarnos como individuos, para darle vida y movimiento a la comunidad.
Por otra parte, está su capacidad “arquitectónica”, que es la cara técnica para “guiar” a la comunidad y sus conversaciones, a través de conceptos y metodologías que se ponen en común para darle continuidad. Permite que las conversaciones que nacen de la interacción interpersonal no se pierdan dentro de un “agujero negro”. La idea es que vayan siguiendo un proceso que le permita recoger conclusiones y que, en algunos casos, se traducirán en lecciones aprendidas, metodologías nuevas o una serie de otras acciones que mantendrán a la comunidad vigente y fresca. Para esto, las tecnologías sociales son claves como instrumentos para guiar las conversaciones.
El Articulador debe tejer estas conversaciones y luego enredarlas. De esta forma, se consigue que las comunidades no solo se mantengan vivas, sino que interactúen y evolucionen en el tiempo.
Para esto, debe mantener un equilibrio entre ambas facetas (alertando sus sentidos al máximo), es decir, balancear las sensibilidades sociales y la capacidad para leer qué sucede dentro de la red. Sin este “punto medio” las conversaciones y procesos pueden enredarse en demasía y, por lo tanto, volverse infértiles. En el otro extremo, la conversación puede ser pragmática y eficiente, pero debe afianzar, claro está, las relaciones humanas que faciliten la colaboración.
¿Has tenido que asumir el rol de Articulador? ¿Cómo ha sido tu experiencia?
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4 comentarios:
Actualmente, estoy haciendo prácticas de articulador en el proyecto #ilustracuentos.
Interesante artículo. Tejiendo redes en novagob.org. Os invitamos a participar en nuestra comunidad!!
Hola chi@s,
Gracias por sus invitaciones y participación !!!!!!! Mentxu te invitamos a participar en nuestra escuela al igual como lo hace #Jerby
Abrazos
Hola Mentxu .. te conecto por tu perfil de linkedin .
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