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16.12.22

2da Jam conversacional - Explorando el Silencio en el CLEHES

 

8 de diciembre; sí, de este 2022 que poco a poco va deshojándose en el calendario. En los medios de comunicación internacionales se habla del inicio de la COP15 en Canadá, del movimiento de protesta en Irán por la muerte bajo custodia policial de Mahsa Amini detenida por llevar mal colocado el velo islámico, de la guerra Rusia-Ucrania y el fantasma del uso de armas nucleares, de la primera ejecución talibán desde su regreso al poder en Afganistán en 2021, de las reacciones xenofóbicas en Europa por el triunfo de Marruecos contra España en el mundial de futbol de Catar, de la condena de seis años de prisión e inhabilitación política de por vida contra Cristina Fernández, de la inmunidad parlamentaria de Juan Carlos de Borbón, del golpe de Estado en Perú y el arresto de Pedro Castillo… mientras tanto, en la playlist de Spotify se escucha a Joaquín Sabina cantando aquello de “Mucho, mucho ruido / Tanto, tanto ruido / Tanto ruido y al final / Por fin el fin / Tanto ruido y al final…”.

 



El silencio, recoge Cristian Figueroa en el Libro tejeRedes, Trabajo en red y sistemas de articulación colaborativos (2016), es una de las seis características de la tecnología CLEHES, “similar a una lente que nos permite observarnos, mirar a otros o a las redes de personas que nos rodean” y, como apuntan Soledad Saavedra y Osvaldo García, “es una herramienta gratuita que se incluye en el aprendizaje de nuestro cuerpo (pues) va operando en la historia conversacionalmente, irrumpiendo en los espacios educacionales formales o lineales, para colocar el eje en lo humano”. Los otros cinco elementos son el Cuerpo, el Lenguaje, las Emociones, la Historia y el Eros, y junto con el Silencio forman el acrónimo C.L.E.H.E.S.

 

Una red se conforma por diversos CLEHES, cada uno correspondiente a una persona: la célula de la red. Cada CLEHES, nos dice Cristian, es único e irrepetible y sus “dimensiones de corporalidad, lenguaje, emociones, historia, eros y silencio configuran el movimiento e identidad de la red o comunidad”. El silencio, en el contexto del CLEHES, refiere a “nuestra relación con la espiritualidad para observarnos íntimamente en nuestros espacios de aprendizaje” y, con esa consigna, es que la Comunidad tejeRedes convocó a su segunda Jam Comunitaria “¿Cómo tejes con tejeRedes?: Exploremos el Silencio del CLEHES”.

 

* * *

 

Son casi las 7 de la noche en España; en México, faltan unos minutos para que sea mediodía. A la sesión en Zoom van arribando poco a poco Pato, Silvia y Sebastián (a quien se le caerá la conexión por un rato); mientras tanto, Silvia y Pato podrán afinar los últimos detalles de una sesión que si bien, como su nombre lo sugiere, tendrá mucho de improvisación, ha sido inteligentemente diseñada por ambos en el hilo de un espacio de silencio meditativo, guiado por Pato, y tres preguntas: 1) ¿Hacia dónde me ha llevado este silencio anterior?, 2) ¿Cómo ha sido usar el silencio en los cotidiano y lo profesional? y 3) ¿Cómo hemos usado el silencio como una forma de cuidar al otro?, puestas en juego por Silvia.

 

Las redes, nos dice Cristian, son sobre todo redes conversacionales, y para la conversa de esta segunda jam se sumaron Javier, Sandra y Marinel. Aquí, algunos retazos del tejido que armamos:

§  El silencio abre un espacio de percepción y, por lo mismo, de reflexión.

§  El silencio nos permite ser conscientes del momento presente y que el encuentro con otras personas parte de una convocatoria a colaborar.

§  El silencio es un pulso, un ritmo en el cuerpo que puede ser muy placentero.

§  Pocas veces uno anda por la vida atento del camino; siempre estamos pendientes del a dónde vamos a llegar, pero no somos conscientes del paisaje que nos regala la atención plena del silencio.

§  El silencio me llevó, sí, a poner atención en mi respiración; pero, también, a darme cuenta de una tensión en mi cuerpo que luego desapareció… para conectar con la gratitud de sentirnos, sentir el corazón, la conexión con el espacio en el que estamos, la atención en el aquí y el ahora.

§  En comunidades de pueblos originarios el silencio tiene un peso muy diferente al silencio que se da en los espacios urbanos; el silencio es un aclarador de la ruta: por dónde ir y por dónde no ir.

§  El silencio, como escritor, es como la página en blanco, que nos obliga a ponernos en el ahora.

§  El silencio nos da claridad, para permitir que las cosas pasen; pero, también está el silencio que se hace para omitir información: a veces no decimos algo, o lo decimos de otra manera, buscando cuidar… pero, es importante escuchar si nuestro silencio es percibido así en el espacio colaborativo, porque puede ser que no: que haya algo que no estemos viendo, que no estemos percibiendo… y no es cómodo aceptarlo; pero, para ello es bueno darnos un espacio de silencio para darnos cuenta.

§  En lo cotidiano, el silencio a veces tiene que ver con el temor a equivocarnos; porque los silencios están anclados a las emociones, como lo están a la escucha y al lenguaje.

§  El silencio también es un dejar aparecer al otro: está súper bien que en un espacio colaborativo no levantemos la mano aunque tengamos mucha experiencia respecto a un tema para permitir la emergencia de otra persona; allí, el silencio es fértil.

§  Así como promocionamos el siempre decir algo, el con callarnos frente a lo que pasa, a veces está bien promocionar el silencio para aminorar el caos.

§  El silencio va anclado a la escucha atenta, a la escucha empática, a la escucha amorosa, a la escucha respetuosa, atravesando desde lo intra-inter hasta lo social más ampliado: a veces alguien nos cuenta algo y estamos pensando “qué le voy a responder” y allí se pierde la conexión del momento de callar para que el otro pueda expresar lo que tenga que expresar en el tiempo que lo tenga que expresar: el otro, en el momento sólo quiere eso, nuestro silencio para expresar su sentir… o el silencio mutuo para conectarse desde la escucha y el silencio mutuos, y permitir entrar del cuerpo: escuchar con todo el cuerpo desde el silencio.

§  Cuando hacemos silencio para acompañar buscamos que la otra persona esté bien; pero, no por su bienestar, sino por nuestro bienestar: nos resulta muy incómodo el sentir; nos da miedo el sentir. Toca, entonces, aprender a estar.

§  Cuando somos escritores solemos tener nuestras musas, y, a veces, nuestras musas están en silencio… y, bueno, permitirnos el silencio nos permite descubrir también que eso está bien; pero, por lo menos a los hombres, que nos han inculcado el modelo del “guerrero”, nos es difícil guardar silencio porque creemos que siempre debemos opinar, no quedarnos callados.

§  También hay un cultivar el silencio permanentemente, el cuidarlo, con prácticas diversas… las que sean: una ducha fría, una meditación activa en silencio. 

* * *

 

Pasan de las 4 de la tarde en Chile; en Perú y en Colombia son alrededor de las 2. Finalmente, mediante la tecnología digital del Menti, tocó plantearnos: “… y, desde el vaciarnos, ¿ahora qué?”; pero, toca nuestro turno de hacer silencio y permitir que sean ustedes, querid+s lector+s, quienes con sus propios silencios acompañen esta cosecha amorosamente recolectada por Pato y Lau:




Redactó: Sebastián Liera.

EQUIPO DE ESTE ENCUENTRO: Pato, Silvi, Marinel, Sebas y Lau.

21.11.22

1a Jam conversacional - Del uso de las Tecnologías Sociales de tejeRedes en otros Espacios

 

El pasado 16 de noviembre, el Equipo tejeRedes y algun+s participantes de las ediciones 2019, 2020, 2021 y 2022 de su escuela organizamos lo que dimos en llamar una jam conversacional sobre experiencias en el uso de tecnologías sociales; en particular, las tecnologías sociales de la metodología de trabajo colaborativo en red tejeRedes. La pregunta detonadora fue: “¿Cómo tejes con tejeRedes?”

 

La idea, como se podía leer en la invitación, fue compartir sin guiones preestablecidos, escuchándose mutuamente, bailando en conjunto, qué le convocaba a cada quién sobre el uso de las tecnologías sociales de la metodología tejeRedes desde, digámoslo así, tres pautas o líneas de reflexión: a) Aprendizaje, b) Compartir una experiencia desde su práctica (ora facilitando, ora participando de una facilitación) o c) Dudas que se tengan (o se hayan tenido) sobre su misma práctica.

 

El punto de partida fue una breve conversación entre Franklin y Sebastián, participantes de la Escuela 2021, tras un mensaje del segundo compartiendo que presentaría en vivo, en México, el charlatómetro que compartió en el marco de la edición de la Escuela tejeRedes; allí, Franklin le saludó agradado por seguir usando las técnicas sociales de tejeRedes y aprovechó para compartir que él hacía lo mismo en la cooperativa en la cual colabora con sede en Venezuela (cooperativa que, dicho sea de paso, recibió reciéntemente el Premio Nobel Alternativo por su labor). Así lo contó Sebastián a invitación de Marinel, quien además de dar la bienvenida a la Comunidad tejeRedes por el chat en vivo vía Telegram fue la conductora del encuentro que abrigó esta jam comunitaria.

 


Y, así, con la compañía siempre amorosa que distingue al Equipo tejeRedes, Marinel abrió plaza con el Animómetro (que nos sirve al inicio de cada encuentro para hacer check in y leer cómo llega el grupo al comienzo de una actividad o evento) y, acto seguido, dio paso a uno de los momentos ya icónicos de los encuentros tejeRedes: ponernos a bailar convocados por la entrañable conducción de Helena, quien en esta ocasión, a petición de Pato, claro representante del Círculo de Espacios, nos puso a bailar como pingüinos al ritmo de All Together Now de The Beatles.

 


Con la pista o la mesa (según la analogía: dancística o comensal, que se desee) servidas, Mónica tomó la conducción de la jam en sus manos y en su palabra y, tras explicarnos las consignas de la compartición que tendríamos, fue deshaciendo el hilo de la madeja de las inquietudes que nos convocaban. Tres fueron las situaciones, una por cada línea de reflexión, que mediante corazoncracia elegimos para conversar en esta que esperamos sea la primera de muchas más jams que tengamos; la primera de ellas, en la línea de las dudas, la expuso Magda: “En Propositómetro, ¿cómo conectar ‘lo que sí queremos’ y ‘lo que no queremos’ con el enunciado del propósito?”. Una de las devoluciones que se hicieron, tanto por Helena como por Cristian, es que una vía puede ser enunciar la pregunta detonadora en positivo, pues, “muchas veces en la construcción de propósito marcamos por ejemplo, a través de los cómos, cuales son los límites (…) Si un cómo es disfrutar del tiempo, se responde por si solo lo contrario”.

 


La segunda reflexión, en la línea de compartir experiencias desde la práctica, la convocó Carles: “En modo profesor de un grupo de alumnos on line y vía chat, un animómetro; pocos reaccionaron pero aporta valor humano”. Una de las devoluciones, por parte de Cristian, fue que “todo lo que ayude a la mirada personal y colectiva de sentirnos, nos da otro ángulo para abrir el espacio conversacional (…) El animometro puede ser la puerta o ventana para profundizar en esa línea”.

 

La tercera reflexión la suscitó el mismo Cristian en la línea de aprendizaje: “Me convocan la posibilidad de dibujar y visibilizar conversaciones”, ya que “las tecnologías sociales nos muestran muchas veces conversaciones que no se dicen, y las tecnologías sociales, si las acompañamos desde un discernimiento personal y grupal previo, muestran las cosas que dejamos debajo de la alfombra en las relaciones o las posiciones del HW1 del CLEHES”.

 

Hasta aquí dejamos esta cosecha por escrito; sobra decir que el derrotero que tomó la jam fue de lo más rico y amoroso, con mucho eros y mucha confianza por parte de tod+s, como puede observarse en el check out que hicimos mediante animómetro con la compañía de Sebastián: en él se puede leer que el grupo en conjunto se movió ligeramente de su estadío inicial en términos, digamos, energéticos; pero, que se movilizó mucho más en el ámbito de lo emotivo, pasando de las palabras de felicidad y de un estar content+s iniciales a las de sensibilidad, resonancia, reflexividad, escucha, expectación y enriquecimiento, y para dar cuenta de ello invitamos a visionar-disfrutar la cosecha por vídeo recogida y editada por Pato con mucho cariño y afecto desde el Círculo de Espacios para toda la Comunidad tejeRedes.




Redactó: Sebastián Liera.

20.9.22

Navegando: metodologías para implementar sistemas de articulación colaborativos

Regalo de Sandra Álvarez: collage de imágenes Escuela tejeRedes 2022.


Se cierra una etapa

Estamos ad portas de cerrar una etapa en la Escuela Tejeredes 2022 la del Design Lab. Precisamente este es el artículo de cierre de la última etapa, el Design Lab, parte 6. El Design Lab fue una etapa para nutrirse de las experiencias de otros con los que compartimos valores y que nos pueden enseñar desde su historia y experiencias. Una etapa para cultivar valor de conocimiento.  


Regalo 2 de Sandra Álvarez:
Infografía sobre metodologías para implementar sistemas de articulación colaborativos
(HAZ CLIC!)


Esta vez, tuvimos de entrevistada a Laura Pastorini, coach y consteladora Familiar que actualmente trabaja en el Presencing Institute del MIT (Massachusetts Institute of Technology) donde apoyan a agentes de cambio a prototipar proyectos para el cambio social. 

Laura nos contó su historia (la H del CLEHES). Nos compartió enseñanzas que aplica en su día a día como por ejemplo entrenar su atención para ver aquella que emerge y que la vida/ presente necesita de ti. .Laura es docente y practicante de Teatro de la Presencia Social, una tecnología Social que "deja aparecer" la inteligencia del cuerpo. Aquella que se relaciona con lo intuitivo de cada uno de nosotros.


Regalo David Esteban García: El poder del relato



Fue imposible no encontrar un paralelo con el dejar aparecer y la S de Silencio de nuestro CLEHES, es desde el vacío desde donde emerge y aparece aquello que nos llevará a la innovación. Es cuando escuchamos cuando podemos dejar espacio para el asombro y la curiosidad.


Regalo de Laura Araujo: Un minuto de mar.

Asimismo, nos dijo que no es necesario llegar a la solución de una vez que podemos prototipar e ir iterando, probando, añadiendo cambios y mejoras y volver a probar. Y para esta tarea que es trabajar colaborativamente, tiene mucho sentido. Más cuando somos varios CLEHES (cada uno de los integrantes de esta escuela) que se van transformando en la reflexión y en el trabajar juntos. 



Regalo Silvia Mindreau: Jardín de Gente.

También nos habló de la necesidad de  diseñar  y co crear espacios donde la organización se observe a sí misma y así nos acordamos de los círculos de escucha, tecnología social gracias a las cuales nos escuchamos y nos observamos. También nos dejó una pregunta:



¿Cómo compatibilizar la responsabilidad y la eficiencia en el cumplimiento
de tareas con las metodologías colaborativas?

En esta etapa también aprendimos de Diseño y Diáspora. un grupo de diseñadores que indagan en el diseño centrado en el usuario. Como cambiar la pregunta desde lo que yo quiero o imagino como creador a lo que el usuario quiere, desea, necesita. Y entonces, nos damos cuenta que todo tiene que ver con el tipo de observador que somos y cuán importante es dar cuenta del lugar desde donde estamos observando.



Regalo de Sandra Álvarez: infografía resumen Escuela tejeRedes 2022.


Recordamos también de cómo el cuidarnos está relacionado con lo que el otro necesita para sentirse cuidado. También, nos gustaría detenernos en este cierre para recordar aprendizajes anteriores como el entregado por Osvaldo García y Soledad Saavedra con su concepto del CLEHES.


¿Cómo una simple palabra cambia el mundo, y tu mundo?



Regalo Gio Valdivieso: canción en ukelele


Después de post, que atrás y aquí quedan, nos resuena en el alma algún insumo, y por todo lo vivido es que animamos a lo colaborativo, desde este concepto simple, aunque, complejo, para cambiar la dirección no de un barco de narrativa, que es “Fácil”, si no al de armarse de paciencia y trabajar la escucha activa, soltar ego y hacerlo eros, desde donde resuene el servir, sin deseo de que la marea nos traiga algo. Desear la conversación y hacerla posible, dando igual la ubicación de cada integrante.


Hablar, comer y ser mamá o papá, verse o no, y estar…


Cada CLEHES, con orden en la mesa y caos en la acción, nos invita a la observación y observar también desde la escucha, desde el silencio.


Regalo de Jaime Navas: Mágicas Tempestades


Aportes de personas entrevistadas que desde su honestidad, fraternidad nos comparten lo aprendido de sus muchos años colaborando, y nosotros como Escuela del 2022 absorbemos como esponjas. Cada persona resuena con diferentes matices de las entrevistas y audios, también aportes de los integrantes de la escuela y el grupo en su conjunto hacen grande este proceso de enseñanza.


Si estás leyendo esto, no es casualidad, hay segundas y hasta un sinfín de oportunidades para colaborar, hay métodos y nosotros estamos orgullosos de pertenecer a este proceso que ha sido y está siendo de vértigo.


Regalo de Mauricio Garmona: Ejercicio corporal 


El CLEHES será una tecnología que marcará un antes y un después. Porque cada paso que hemos dado, ha sido dado desde ahí, desde nuestros CLEHES. En cada entrevistado buscamos saber de su historia y cómo esos aprendizajes se articulaban desde allí. Y claro, las preguntas que hacíamos también venían desde nuestras historias.


Regalo de Marce Barrales: canción "Todo se transforma" Jorge Drexler


Por eso y tratando de inspirarnos en algunos de los aprendizajes (Dejar aparecer, el cuidado, el CLEHES, responsabilidad, compromiso y colaboración) que para cerrar esta etapa nos imaginamos un Navegando (nuestra sesión de compartir aprendizajes con la comunidad) dónde cada integrante de la Escuela hiciera un regalo y hoy en este artículo se los queremos compartir.


Cada regalo obedece al proceso de cada participante y tiene que ver con poner en valor a cada uno de nosotros, dejarnos aparecer. Dejar aparecer a nuestros CLEHES:




Regalo de Karin Swagemakers: nube de palabras colaborativo



Video Navegando 6: Encuentra los regalos de Elina Ruda, Paz Papic y David Belmar.


9.8.22

Navegando hacia las aguas de la colaboración en las comunidades: Conceptos y practicas de los sistemas de articulación colaborativos

 

Navegando hacia las aguas de la colaboración en las comunidades: metodologías para iniciar el trabajo en red colaborativa

Bienvenidos y bienvenidas todas. Hoy hacemos una parada en la sección 4 del libro tejeRedes “Conceptos y prácticas de los sistemas de articulación colaborativos” como Escuela tejeRedes 2022  estamos alejándonos ya de la tormenta, pero las últimas semanas hemos navegado en el caos. 

Un mar con mucha turbulencia, hemos perdido a 2 integrantes, ya no somos 14, somos 12.

Dos compañeras decidieron no continuar el viaje. Si quieres conocer cómo hemos vivido este proceso, puedes escuchar este radioteatro donde se relatan las vivencias. 


Por ahí alguien dijo que “la colaboración no es un fin en si mismo, objetivo o propósito a conseguir, la colaboración es algo que acompaña en el proceso. Algo que guía nuestra brújula para navegar”


Y cito textual : “toda acción (como el trabajo en red) puede transitar entre el caos y el orden. Si nos vamos muy a la derecha, estableciendo muchas reglas y control sobre un proceso, encontraremos que las acciones serán difíciles de llevar adelante por la extrema rigidez o la falta de flexibilidad. Si nos posicionamos muy a la izquierda, sin definir los puntos mínimos que requiere la acción, generaremos apatía e incertidumbre o simplemente destrucción.” (tejeRedes Play; pág 33) 


En tejeRedes se habla de un barco:



Una cultura colaborativa que “se entiende como un barco que navega por las aguas de las conexiones humanas. Una característica especial de este barco, es que las velas son infladas por el viento (de las leyes de movimiento) de las redes. En la medida que el o la articulador(a) y los y las participantes de la comunidad del barco levantan velas, la navegación toma rumbo sin mediar esfuerzos físicos o mandatos de terceros” (tejeRedes Play; pág 35).

Pero para nosotras y nosotros no era tan fácil ponerlo en práctica. 


Para tejeRedes, los cuatro ejes que movilizan el barco son:


En la proa; la fraternidad (Eros y amor) Nuestros egos estaban presentes, malentendidos, fallas de comunicación, expectativas truncadas. Los Clehes no se estaban acoplando. Cada círculo era un silo aparte y si bien había conversaciones privadas entre participantes,  en el chat general de Telegram donde estabamos todas las integrantes de la Escuela, no había movimiento.


En la popa o el timón, según tejeRedes, tiene que estar el propósito. En las reuniones no se lograban acuerdos. Habían ausencias de integrantes y por ende, se perdía la dirección clara y sostenida de cumplir y avanzar en las tareas.


En el estribor (lado derecho del barco) estaría para tejeRedes la Proacción y emprendimiento, no obstante, existía inacción, paralización, duda de actuar o decir algo. Por lo tanto, los tripulantes no se sentían libres de operar y actuar.


En babor (lado izquierdo del barco) para tejeRedes tiene que estar la humildad

y el desprendimiento y dice que  “son claves para mantener el equilibrio del estribor”. En nuestro caso, habían conflictos entre los y las integrantes, fallos de comunicación y las versiones encontradas no lograban generar un relato en común.


Hay que tener presente que todas las personas que integran la Escuela estamos en un viaje de aprendizaje. Dónde vamos aprendiendo en el hacer y en el sentirnos y cuidarnos.  Y vamos descubriendo metodologías que nos acompañen y ayuden a alimentar y nutrir nuestro ser colaborativo. 


Así como nos aporta Domenico de Sienna  “(...)los aprendizajes y las mejoras de cualquier proceso se pueden producir a través de un proceso teórico de investigación (pensar) pero también a través del propio proceso de ejecución o producción (hacer): las situaciones o condiciones no previstas determinan la necesidad de actuar de forma diferente a lo planeado, generando un descubrimiento, un nuevo aprendizaje."


Los desafíos que se nos van presentando como equipo son también espacios de aprendizaje personal y colectivo. El equipo de tejeRedes nos ha propuesto herramientas para implementar procesos de discernimiento colectivo. Y con esto nos referimos al círculo de escucha general, que ya les relatamos anteriormente, pero también a pequeños círculos de escucha por cada círculo de trabajo.


Hemos puesto en marcha una serie de acciones encaminadas a trabajar de manera paralela tanto el fortalecimiento de los vínculos y generación de eros y confianza entre los miembros como el avance en las tareas conjuntas a cumplir.


También propusimos que cada quien eligiera una o dos personas del equipo para tener una reunión encaminada a conocernos mejor y elaboramos un documento guía. Al mismo tiempo, el círculo de Liderazgo y Personas está implementando una serie de acciones para conectar: Esta semana ya comenzamos con los días temáticos para compartir cosas por el chat de telegram, pero también se viene una fiesta.

¿Es esta la formula de la colaboración? Creemos que no hay respuestas absolutas. De hecho nos hemos dado cuenta que cada abordaje es a la medida del equipo que pilotea el viaje. 


Isabel Ludita, a quién entrevistamos,  nos dice que es importante tener retos colectivos, la idea es que mantengamos la motivación en alto para organizarnos en las tareas, cumplir las promesas y compromisos que tomamos cada integrante.



Gracias a Ludita entendemos también que la incertidumbre y la pérdida del control es parte del proceso. Este momento bisagra nos va enseñando a poner atención en el cuidado y en la relación que construimos entre nosotros como comunidad. Hay que poner conciencia en nuestro CLEHES que nos soplan por ahí.


En este proceso es fundamental ir sumando todas las miradas, sumando también a aquellas miradas que son divergentes para dar valor a todas las voces. Queremos activar los procesos de Inteligencia Colectiva “ (...)la capacidad de una comunidad de generar pensamiento y solución, y no una simple suma de aportaciones, sino que es el resultado de la interacción, del debate y del trabajo colaborativo.” Y así a través de estos círculos de escucha y las reuniones de articulación vamos diseñando maneras de abordar este proceso de trabajo”.



Domenico de Sienna nos habla de comunidades de práctica como una comunidad de personas que intercambian conocimiento, ideas y experiencias. Una comunidad que se las juega en el hacer. Dar relevancia a valores esenciales para articular un proceso colaborativo como la igualdad, proacción y humildad, aceptación y confianza.


Dejamos algunas preguntas para hacer una cosecha como escuela. Aquí les compartimos los resultados: 


¿Qué sensaciones y sentires se nos han despertado o hemos escuchado en nuestro cuerpo durante lo que va de este proceso?


Las personas que conformamos esta escuela 2022 estamos interconectadas. Somos una red de conversaciones donde nuestros CLEHES se conectan. Nos hemos dado cuenta también que el cuidado se nos aparece como una “necesidad” cuando hay dolor, y este se manifiesta.

Entonces es pertinente hacernos preguntas tales como ¿Cuáles son las necesidades que tenemos cada una de las personas en este espacio?¿Como podemos apoyarnos para satisfacer estas necesidades y así fortalecer a nuestra comunidad?


También se nos aparece la necesidad de trabajar en esta escucha silenciosa, sensible y empática con la otra persona y crear espacio para tener las conversaciones de cuidado necesarias para trabajar en la fortaleza de nuestros vínculos como navegantes.


¿Cómo nos hemos sentido al enfrentar los desafíos?


Nuestros compañeros nos comparten sus pareceres y sentires :  Acompañada, entendido, desafiada, escuchada, conectada e interpelada. Somos diversos y nuestras experiencias en el cotidiano también lo son.


¿Qué pasos consideras necesarios e indispensables para articular el trabajo en red colaborativo ?


Por ahí una navegante nos dice que la generación de confianza entre las personas que quieren colaborar, tener claro el propósito y balancear la proactividad con el espacio de dejar aparecer son necesarios.


Donde el conflicto surgirá y entonces la manera de gestionarlo será clave para generar confianza en el proceso colaborativo dice otro navegante.


¿Qué aprendizajes como escuela podemos aportar en este punto del proceso? 


Son muchos los aprendizajes: Algunos de los compartidos por nuestros navegantes son: Cultivar el compromiso, ser responsables de nuestras promesas y poner foco en el cuidado propio y del compañero con el que compartimos el viaje.


También no podemos olvidar el hacer foco en el intercambio de conocimiento. En compartir nuestros saberes desde la generosidad. En ir avanzando en la construcción de acuerdos, desde los consensos. 



22.6.22

Navegando hacia las aguas de la colaboración en las comunidades: conceptos y prácticas del trabajo colaborativo



Reflexiones de la tripulación: ¿Quiénes son las personas colaborativas?

Hemos llegado a la sección 2 de nuestro viaje. Vamos navegando como escuela para darle curso a esta travesía por las aguas colaborativas. Somos la Escuela tejeRedes 2022 y estos son los aprendizajes que podemos compartirles hasta el momento:

Llevamos ya 6 meses desde que allá en diciembre del 2021 decidimos 15 integrantes embarcarnos en este viaje, tomar nuestra responsabilidad en el buque y navegar conjuntamente. Y llegamos a un punto de quiebre, donde algunos marineros querían detenerse, otra parte de la tripulación quería seguir remando y otras personas observaban en silencio el curso de los acontecimientos…

 ¿Y qué nos pasó? Sin ánimo de creernos catedráticos y catedráticas de la metodología tejeRedes que recién estamos conociendo/aprendiendo podríamos decir que llegamos a un punto en que el CAOS le ganó al ORDEN y nos tuvimos que detener a observar y escuchar: observarnos y escucharnos.

Fueron nuestros CLEHES actuando, operando en el devenir de esta Escuela tejeRedes 2022. Ya aclararemos que significa CLEHES, paciencia.

Entendemos la Escuela tejeRedes 2022 como una comunidad. Nos aventuraremos a decir que es una comunidad reunida en torno a un propósito (que aún estamos descubriendo) de ir navegando conjuntamente en un viaje de aprendizaje a través de la metodología de tejeRedes, podcast, archivos, entrevistas y conversas. Pero sobre todo en las experiencias compartidas. 

Para entender sobre nuestros CLEHES estuvimos conversando con dos académicos Soledad Saavedra y Osvaldo García quienes diseñaron esta “tecnología social” . El CLEHES se refiere a la unidad mínima, la persona. Soledad y Osvaldo investigaron los elementos claves que explican cómo las personas nos relacionamos y aceptamos y  dividen al CLEHES en 6 características: Cuerpo, Lenguaje , Emociones, Historia, Eros, Silencio.

 “Podríamos decir también que el CLEHES es una herramienta ontológica que nos permite diseñar, desde nuestro observador, el trabajo en red colaborativo.” (Libro Tejeredes, Pág 17).

Aprendimos entonces que mirarnos y mirar a la otra persona desde el CLEHES es abrir una perspectiva caleidoscópica, curiosa de mí y de la otra. Invita a la exploración. Hay múltiples dimensiones por explorar y posibilidades de tejer redes cuando observamos todos estos elementos de las personas. 

Nos gustaría decir que el simple deseo de querer ser una persona colaborativa es suficiente para serlo. No obstante años y años de vivir en un paradigma competitivo e individualista dejan huella en nuestro Cuerpo, en nuestro Lenguaje, nuestras Emociones y nuestra Historia. 

Nos vimos envuelt@s en el hacer, hacer, hacer y se nos olvidó cuidarnos y cuidar a las otras personas. Olvidamos a las personas y nos centramos sólo en los objetivos. Cuando es el EROS (el amor,  el cariño,  el cuidado,  la ternura)  el pegamento social de la colaboración. Es ese viento que ayuda a que avance el barco, y esa canción que canta la tripulación para darse ánimos.

También descubrimos que el mar que rodeaba el barco nos ponía un espejo. Un espejo donde, si queremos mirar y observar, podemos ver reflejado nuestro Ego. El Ego que genera olas, que salta cuando se ve afectado. Cambiar no es sencillo, y entregarnos a la colaboración implica también revisar estas partes de nuestro ser, ya que si el Ego domina, no queda espacio para la colaboración, para el eros, para la escucha curiosa y el cuidado de la otra persona.

El CLEHES como herramienta nos entregó un espacio para auto observarnos (observador de primer nivel) y observar al otro (observador de segundo nivel) y gracias al apoyo del Equipo Tejeredes pudimos diseñar un espacio de conversación mediado por una tecnología social: el círculo de escucha.

Habíamos pasado muchos meses en un modo de aprendizaje llamado por Osvaldo y Soledad como SA1 “...a veces nos percatamos (en silencio) que algo nos pasa ante una situación problema (incluso sabemos cual es la solución o camino a seguir), pero nos hacemos los desentendidos sin generar acción”. Operábamos entonces en este modo, avanzando por cumplir objetivos, pero también rodeadas de confusión e incomodidad sentida.

Algunxs navegantes dijeron que teníamos que parar, detenernos y conversar y es así como junto al equipo de tejeRedes nos citamos hace unos días atrás en una jornada que nos permitió visibilizar nuestros dolores, nuestras propuestas y soluciones.  Era momento de pasar a un modo de aprendizaje SA2 “... nos damos cuenta que hemos operado en modo 1 durante mucho tiempo ante una situación problema, pero esta vez cuestionamos nuestro quehacer e innovamos desde la conversación y práctica cultural para cambiar la situación”.

Como escuela también hace unos días realizamos por segunda vez un espacio co-creado por toda la tripulación y guiado desde la conversa colectiva llamado NAVEGANDO donde hemos conversado sobre el CLEHES como grupo. En estas conversaciones resumidas en padlet y documentos de elaboraciones compartidas se mezclan las reflexiones regaladas por Soledad Saavedra , Osvaldo García y las Malagradecidas, un grupo de mujeres que conversan sobre las conversaciones que como sociedad necesitamos tener para crecer.

Queremos regalarles este documento colectivo para  compartir nuestro senti-pensar surgido en el diálogo interno y colectivo.



Eres CLEHES

Somos CLEHES, desde la navegación enfocamos que el barco está vivo, con diferentes células  que interactúan como si fueran capitanas de un mismo barco. Plactom de Mares embravecidos y a salvo en su eslora, cuidadosa conjunción Quijotesca, aunque cierta.

Silencio…

Escucha…

Historia…

Eros…

Lenguaje…

Cuerpo…

Vacíos para el nacimiento.

Llenos para la fecundación.

Incompletos para el cigoto.

Y así, muy de vez en cuando, sucede ese milagro de la creación de una riqueza con sabor a Mar e invitación para la interacción de nuestro CLEHES. 

Cuerpo, Lenguaje, Eros, Historia, Escucha, Silencio.

Navegamos, seguimos navegando e invitamos a la navegación en las aguas de la colaboración.


Aún nos queda espacio tiempo que recorrer, esta es sólo la segunda estación. Nuestra reunión pasada nos permitió observarnos y auto observarnos como comunidad en la conversa. Surgieron emociones, nuestro cuerpo también reaccionó. Las palabras se dijeron y fueron escuchadas por todas y todos.


Entendemos que hoy el silencio nos permitirá entender lo dicho, reflexionar acerca de aquello que no fue dicho. Y así ir construyendo  nuestra comunidad, sosteniendo el querer y el deseo de todos por aprender.


El Eros hoy es un elemento que entendemos fundamental para darle sostenibilidad a nuestra comunidad para que sea un placer trabajar todos y todas juntas. 


Entendemos que el cuidado, el amor, la ternura, la aceptación del otro y la otra en su diferencia nos permitirá construir comunidades que avancen en las aguas de colaboración.




Escuela tejeRedes 2022


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