¿Qué es la economía creativa?
El concepto de economía creativa se refiere a aquella economía influenciada por los procesos creativos que generan innovación. Surge a partir de un análisis de los efectos secundarios de las industrias creativas y culturales (ICC) en otros sectores “no creativos” de la economía, al generar valor agregado y capital simbólico. En países como Inglaterra, algunos autores (Howkins, 2001, Flew, 2007) y entidades estatales (NESTA) comenzaron a estudiar las ICC y encontraron que son más los profesionales creativos trabajando en sectores no creativos, que en sus mismas industrias. En Estados Unidos, por otro lado, Richard Florida (2002) planteó la existencia de una clase creativa, que se ubica en ciudades creativas y que está generando un derroche de innovación y crecimiento económico a partir de una economía creativa.
En Latinoamérica, el concepto ha sido más desarrollado por autores Brasileros (Ana Carla Fonseca, 2008, Lala Deheinzelin) y Argentinos (Gerardo Neugosven), y aunque no hay un consenso oficial, se refiere a “un enfoque holístico y multidisciplinario, manejando la interfaz entre la economía, la cultura y la tecnología, centrada en la predominancia de los productos y servicios con contenido creativo, valor cultural y objetivos de mercado, resultante de un gradual cambio de paradigma”. (Duisenberg, citada por Fonseca, 2008). En resumen, la economía creativa es el resultado de la mezcla entre la cultura, las nuevas tecnologías y la creatividad en un entorno global que opera, produce, mercadea e interacciona con los consumidores de manera diferente a la economía tradicional.
Nuevos paradigmas de los sistemas creativos
Los paradigmas con los que rompe la economía creativa pueden ser analizados desde la perspectiva de los sistemas repetitivos, característicos de las organizaciones de tipo fordista, en comparación con los sistemas creativos, característicos de las organizaciones post fordistas que pertenecen a la era del conocimiento.
Sistemas repetitivos | Sistemas creativos |
Cuantitativos/Cantidad | Cualitativos/Calidad |
Manufactura de base | Servicios e información de base |
Capital físico, materia prima | Capital humano y social |
Producción en masa | Producción flexible |
Crecimiento debido a capital y trabajo | Crecimiento: innovación y conocimiento |
Avance tecnológico en la mecanización | Avance tecnológico en la digitalización |
Fragmentados | Totalidad |
Uniformes | Diversos |
Fragmentados | Holísticos |
Lineales | Cíclicos |
Competititvos | Colaborativos/co-ompetencia |
“Certezas” | Incertidumbres |
Mercados estables | Mercados inestables |
Rígidos | Fluidos |
Simples | Complejos |
Jerárquicos | Interconectados/Redes |
Dependientes | Autónomos |
Controlados | Asequibles |
Material prima finita, se reduce con el tiempo | Material prima infinita, se incrementa con el tiempo |
La naturaleza de la economía creativa es entonces el pensamiento en red, las estructuras horizontales y flexibles, la relación colaborativa entre pares, los modelos de negocio abiertos y a la medida de las comunidades, la relación directa con el consumidor/usuario/comunidad, el trabajo por proyectos para facilitar la creatividad y la innovación, así como una perspectiva evolutiva de las organizaciones que se autoorganizan en un mercado cambiante.
Así mismo, la economía creativa es una economía de la abundancia, puesto que sus insumos básicos son la creatividad, la diversidad, las ideas y el capital social y simbólico de una comunidad. El carácter multiplicador de la creatividad (si sumamos las ideas las multiplicamos y mejoramos juntos), reemplaza el modelo de una economía determinada por la escases de recursos, lo que la posiciona como un modelo ideal de economía sostenible. Para ello, se deben fomentar las ecologías creativas, los entornos que permitan que la creatividad fluya en una relación de confianza entre los miembros. El debate sobre la economía creativa apenas comienza, pero es importante tejerlo en red para ser consecuentes con el concepto mismo.
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