Reflexiones al Emprendimiento Social Cultural en Red (3)
CIRCO tejeRedes |
Esta es la tercera y última entrega acerca de la investigación "Emprendedores Sociales Culturales o de las ICC" desarrollada por tejeRedes. Sin embargo, en estos momentos nos encontramos desarrollando una segunda fase de investigación para darle continuidad a esta primera parte, con el ánimo de profundizar más respecto al tema del emprendimiento social cultural. Una vez identificado y definido el perfil y características de este tipo de emprendedores y proyectos, queremos pasar a la parte más práctica, bajo la cual nos interesa indagar acerca de los procesos y propósitos que vinculan al emprendedor social cultural como Agente de Cambio, ya que como mencionamos en entregas anteriores, estos emprendimientos se caracterizan principalmente por el deseo de generar un impacto social y de bien común trabajando desde la base de una comunidad. La motivación que los mueve tiene su base en el cambio, es decir, en transformar aquello que falla en el sistema para mejorar las condiciones de quienes participan colectivamente en el mismo. Por tal razón hemos querido identificar a estos emprendedores como "Agentes de Cambio" y con esta segunda fase de investigación que ya hemos iniciado, pretendemos ahondar en esas cuestiones que nos podrían definir a cualquiera de nosotrxs como agentes de cambio dentro de una sociedad.
Así pues, esta será la última entrega pero sobre esta primera parte de la investigación, ya que más adelante volveremos con las siguientes entregas para compartirles aquello que obtengamos de la segunda fase de nuestra investigación sobre "El Emprendedor Social Cultural como Agente de Cambio para un Mundo Mejor". Además, mencionar desde ya que el objetivo final es realizar y sacar una Publicación tejeRedes a modo de libro acerca del tema en cuestión y para esto realizaremos una jornada de "Study Cases" y mesas de trabajo sobre el Emprendimiento Cultural en Red acompañada de un CIRCO tejeRedes sobre la cual nos apoyaremos para recopilar más información y para sacar adelante nuestra publicación; por supuesto te mantendremos al tanto sobre cuándo y dónde será, para que participes si te interesa!
Ahora bien, retomando el tema de esta entrega final, cuando en tejeRedes hablamos de industrias creativas y culturales no nos referimos a los grandes sectores creativos como lo son el cine representado por Hollywood, la música manejada por las grandes discográficas, el sector tecnológico liderado por Microsoft o el libro dominado por editoriales centenarias; en realidad nos estamos refiriendo al mundo del software libre, el copyleft y a los procomunes. Tras la experiencia en Colombia con un potente número de emprendedores culturales inmersos en el sector creativo y cultural, observamos que las ICC son base para la generación de prácticas que afectan a territorios, organizaciones y personas. Sin embargo, los gobiernos e instituciones en general tienden a ignorar la importancia de las dinámicas de este sector para la economía, y no reconocen la relevancia que supondría de cara a la innovación empresarial.
Durante las entrevistas, cuando se preguntó a los entrevistados cuáles eran los focos de atención y dificultades que tenían los emprendedores sociales culturales en red, éstos destacaron la falta de respaldo y patrocinio por parte de entidades estatales para facilitar y acelerar procesos con una comunidad que al fin y al cabo son responsabilidad de todxs. Asimismo, Leydi Higido, Economista y experta en emprendimiento en ICC y Beatriz García, Gestora cultural y Fundadora de Micelios, afirmaron que el problema fundamental radica en la falta de oportunidad en la relación “Producto”- “Difusión”- “Circulación”- “Formación de Público”; explican que no existe una economía madura para asumir esa relación, haciendo especial hincapié en la formación de público, refiriéndose ésta a la falta de una verdadera demanda que valore este tipo de proyectos y los asuma como una profesión, un producto o servicio por el cual hay que pagar.
Los emprendedores sociales culturales en red transitan entre esos dos mundos, el social y el productivo o empresarial, pero también se identifican como agentes de cambio que asumen roles que en otros tiempos estaban reservados para otras organizaciones públicas, privadas o mixtas. Diseñar e implementar políticas y programas de apoyo para estos emprendedores no es tarea fácil y a menudo se tiende a confundir el rol del emprendimiento social y productivo. El sistema no funciona generando programas de profesionalización o disponibilidad de recursos para emprendedores. No obstante, hoy emergen muchos espacios para emprendedores sociales culturales apoyados desde el estado o iniciativas privadas, aunque su vinculación con los ámbitos de la cultura y las industrias creativas culturales es aún muy embrionaria.
De cualquier modo, es importante hacernos la pregunta de si emprender en red es una moda o una solución, como lo intentan posicionar las escuelas de negocio en relación con el mercado o las instituciones públicas. ¿Debemos comprender el emprendimiento social cultural como políticas de autogeneración de empleo, o más bien la relación entre las redes y los elementos social y cultural nos acercan a antiguas prácticas de generar acción y cambios en el territorio?
Por último, nos gustaría destacar cómo las tecnologías sociales virtuales han contribuido para acelerar los procesos de cambio, comunicación y colaboración en red que nunca antes existieron en la historia humana. Asimismo, creemos que es importante darle una segunda vuelta a los conceptos y realidades de lo que entendemos por emprendedores e industrias creativas y culturales. Existe la tendencia de medir el desempeño del emprendedor social cultural con los mismos indicadores que se usan para medir los ejercicios del emprendedor empresarial. Es importante tener presente que éstos últimos trabajan bajo realidades diferentes y con propósitos distintos, y en esa medida esos parámetros de medición no se ajustan a la realidad de emprendedores culturales sociales en red. Hacemos un llamado a indagar más profundamente sobre los fenómenos colectivos que han logrado generar cambios sustanciales a través de códigos no hegemónicos de economía, propiedad social y comunicación.
Cerramos este primer capítulo de la investigación con la siguiente reflexión:
Hoy, los gobiernos de Europa parecen estar más preocupados por salvar bancos que por impulsar procesos culturales ciudadanos. En América Latina, si bien las realidades en la actualidad son distintas, se mantiene una dinámica similar. Ante la crisis, y a causa del descontento y desánimo que provoca el sistema, emergen personas, colectivos y comunidades que subterráneamente están creando sistemas sociales y económicos paralelos a los oficiales. El objetivo de estos sistemas alternativos no es más que contribuir a la construcción de un mundo mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario