Sus características únicas y milenarias lo hacen una tecnología social vital para las conversaciones grupales.
Quedar al otro extremo de la persona con quien deseas conversar; ir al teatro para escuchar y ver a quiénes realizan el espectáculo; cancelar el evento social de turno para poder establecer un diálogo con alguien frente a frente. Estas son situaciones cotidianas en las que utilizamos los espacios de acuerdo a las necesidades del momento y características del lugar.
¿Pero, qué pasa cuando queremos hablar y escuchar por igual?
En el Manual de Tecnologías Sociales de tejeRedes, te entregamos una serie de herramientas para poner en práctica el trabajo en red colaborativo y los sistemas de articulación colaborativos.
En un post anterior, hablamos sobre el Enredómetro. Hoy te contaremos acerca del Círculo.
Sus características
El círculo es una forma ancestral de reunión. Desde los inicios de la humanidad, la figura del círculo ha invitado a las personas a observarse, conversar y escuchar.
Esta forma de utilizar el espacio, transmite una voluntad (de quienes lo integran) de socialización informal en una conversación y escucha profunda.
Por ello, si entre tus actividades crees importante juntar a un equipo para conversar, te proponemos utilizar el círculo, siguiendo, por cierto, estos principios, prácticas y acuerdos:
Por ello, si entre tus actividades crees importante juntar a un equipo para conversar, te proponemos utilizar el círculo, siguiendo, por cierto, estos principios, prácticas y acuerdos:
Principios
La jerarquía queda fuera de la conversación. Por ende, el liderazgo recaerá en todos los integrantes del círculo.
La responsabilidad de la experiencia es compartida. Es decir, será tarea de todos, el buen funcionamiento.
Más allá de cualquier agenda, lo que se obtenga tras la realización del círculo, dependerá de la inspiración que se logre en el grupo.
Prácticas
No todo debe ser discutido. Es importante ser consciente y elegir qué es relevante en la conversación.
Escucha con atención y respeta el proceso de aprendizaje del resto.
Ubícate en el círculo de forma que puedas mirar a todos y que tus compañeros puedan observarte a ti.
Para entender cómo influyen las contribuciones individuales, te recomendamos hacer una observación entre el CLEHES y la red.
Acuerdos
Para que el círculo realmente funcione, todos deben ser capaces de escuchar sin juzgar.
¡Como en Las Vegas! Lo que pasa en el círculo, queda en el círculo.
Cada participante debe ofrecer aquello que pueda aportar al grupo y pedir lo que necesita.
Por último, hay que entender el silencio como parte de la conversación.